Seguridad privada... o como morir en el intento (II). (Julio de 2024)
"Abierto el mercado de fichajes de verano de Vigilantes de Seguridad".
Llegaron las esperadas ofertas de verano: Plus de bienvenida de hasta 1000 €, salario anual de 18.000 € a 21.000€, turnos a elegir en muchas ocasiones, contrato indefinido, posibilidad de ayuda al alquiler, ¿Quién da más?... Disculpen mi entusiasmo, pero es un asunto que merece seria atención. Al principio pensé que era un inconveniente puntual, pero con el tiempo noté que estaba en lo cierto. De manera puntual y curiosa, los empleados que no toman vacaciones en julio y agosto tienden a contraer virus atípicos, aún no identificados por la ciencia, que frecuentemente dejan a la empresa en una situación comprometida.
Lipotimias, intoxicaciones alimentarias al comer en casa de la suegra, la expectación ante algún evento deportivo o el típico " me acabo de levantar y no me encuentro bien". No es un fenómeno nuevo y es previsible año tras año. La cuestión para el empleador es: ¿Cuántas ausencias tendré que gestionar mañana? La empresa, a menudo, se ve obligada a ofrecer gangas de última hora o a recurrir al saco de las horas extras. Además, es determinante considerar que, en ocasiones, el perfil del empleado contratado en esta época es el que es , lo cual puede resultar en la contratación de personal cuya dedicación y proyección laboral pueden ser cuestionables.
El sector de la seguridad privada enfrenta desafíos significativos en la actualidad. La falta de relevo generacional, absentismo laboral, la escasez de formación, procrastinación, ausencia de retroalimentación por parte de la empresa y la tendencia al acomodamiento son factores que impactan negativamente en su eficacia. Es crucial abordar estos problemas de manera proactiva para garantizar la continuidad y la calidad de los servicios de seguridad. Ni la inestabilidad social, política o económica deberían servir como justificación para comprometer la calidad del producto a vender.
Ahora que estamos a mitad de año, os recuerdo los desafíos de la SP para este 2024: la transformación digital en la seguridad corporativa (estrategias y gestión de empresa), formación adecuada y actualizada del equipo humano (es decir, aplicado a su lugar de trabajo), optimización de la regulación y modernización de los equipos administrativos, introducción de las nuevas tecnologías e inversión. Entiendo que, a estas alturas, al menos tres de las cinco premisas hayan sido cumplidas para concluir exitosamente el año.
SEGURIDADPROTECCIÓN.COM
Zaragoza, Aragón, España
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